SEÑALES DE DIOS EN EL CIELO

Joel 3,3: "Y realizare prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego, y columna de humo".

Hechos 2,19-20: "Haré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra, el solo se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor".

Un hombre, medico, psicólogo y psiquiatra, fue a revelar unas fotografias y cual no seria su asombro cuando el empleado del negocio le dio a conocer algo espectacular: unas fotos tomadas presuntamente en una aparicion de la Santisima Virgen, con un monton de señales, globos traslucidos, imagenes de la Virgen, circulos de estrellas de seis puntas, luces, puertas, etc. Esta persona le pregunto al dueño del negocio si ello no constituia un montaje y él respondió: por su puesto que no, yo mismo las revelé, y le relato que se trataba de una aparicion. El hombre hizo sus averiguaciones y viajo al Ecuador y ¡Oh sorpresa!, alli él mismo tomo un set de filminas; prodigioso este hecho, que se repite en diversas apariciones, lugares y manifestaciones diferentes.

Personas s quienes les cae escarcha de colores, el sol danza, y el fenomeno se repite y, lo mas tremendo, se deja fotografiar, filmar y ver de millares de personas.

Si se tratara de un fenomeno de histeria colectiva, no se filmar, no sería posible.

Pero lo más importante es que el fenomeno del sol, que comienza en Fátima donde es presenciado por setenta mil personas y por el Santo Padre desde su sede en el Vaticano, se repite y se repite incesantamente y son millones los que afianzan su Fe en estos lugares. Hoy, según la Congregación que estudia las apariciones, se reportan 254 nuevas, que se investigan en la Congregacion de la Fe.

Es algo maravilloso que acompaña a las apariciones, el olor a rosas, que se expande y es percibido en el sitio, por miles de personas. Pero hay algo triste en el fenomeno y es que las personas con su entusiasmo de haber presenciado algo extraordinario y sobrenatural salen a comunicarlo a sus Pastores, Parrocos o amigos y son recibidos con un destemplado escepticismo racionalista, o un gesto burlesco. En lugar de examinarlo todo como pide el Apostol Pablo, desechan todo sin examen. Una actitud irracional y torpe, pero propia de uina época sin Fe y de la malformación teologica, en contravía con lo sobrenatural.